lunes, 13 de enero de 2014

El primer anillo de los Bad Boys

Y el anilló llegó para aquellos Bad Boys que jugaban de maravilla pero que se dejaban el alma en cada balón disputado. Fue la última final de uno de los mejores pivots de toda la historia, Lew Alcinador (más conocido como Kareem Abdul Jabbar).

Para llegar hasta aquí, los Pistons ganaron 15 de los 17 partidos disputados durante esos Playoffs, si os preguntáis que dos partidos perdieron, fueron los dos contra los Chicago Bulls de Michael Jordan en la final de la conferencia Este. Por el otro lado aquellos Lakers del showtime consiguieron el título de la conferencia Oeste sin perder ningún partido, hasta que llegó la final de la NBA frente a los Detroit Pistons

de Chuck Daly. Es decir se repitió aquella final del año pasado donde una lesión de tobillo de Isiah Thomas privó seguramente del primer anillo de aquellos Bad Boys, por lo que podemos decir que hubo “vendetta”.

Algunos de los titulares de aquella victoria fueron: <<Malos chicos, buen basket>> , <<Los Ángeles Lakers no lograron el milagro y el equipo de Detroit, ganó en el Playoff>> o <<No Bad, Boys>>.


Los sueños de Magic Johnson y de Kareem Abdul-Jabbar no se cumplieron y este último no pudo despedirse del basket con un nuevo título de campeón. Los pronósticos daban a los Pistons favoritos y se acabaron imponiendo su ley, con gran protagonismo de su trio de bajitos, Isiah Thomas, Joe Dumars (MVP de la final) y Vinnie Johnson.

Cuando acabó la final, Magic lesionado del tendón de Aquiles, contestaba de esta manera cuando le preguntaban sobre el resultado de la final.
  • “Tengo el corazón más herido que mi talón de Aquiles. Tu tendón de Aquiles te está diciendo una cosa y tu corazón te dice que lo mandes a paseo. En el calentamiento me sentía fatal, sabía que la lesión era difícil, pero pensaba que en la pista, con el equipo empujando, podría remediarlo. Estaba equivocado, Sencillamente no pude aguantar y sangraba en el banquillo viendo a mis compañeros dar lo mejor de sí.”
Y es que aquellos Lakers sin Magic, eran como un barco sin timón, no sabía hacia qué dirección ir. Pero aún con Magic en el primer partido sano, los Bad Boys dieron un recital y fueron más superiores que nunca. Ese primer partido se lo perdió Byron Scott, el sustituto de este, Michael Cooper, que era el sexto hombre de los Lakers, no pudo asimilar aquella responsabilidad, sin embargo durante la eliminatoria y los Playoffs, estuvo un tiempo desaparecido y “buscando” a un Magic que no puedo transmitirle su magia.

Durante la final Cooper el sexto hombre que se convirtió en titular comentó lo siguiente en referencia al fenómeno Dumars:
  • “Todavía estamos buscando una respuesta al juego de Joe Dumars. Allí, donde ellos necesitaban una mano, allí aparecía él.”
Joe Dumars dijo:
  • “Había una pelota botando a poco más de un metro de donde estaba Magic y yo, y el no hizo ningún movimiento para tratar de cogerla. En ese momento me di cuenta de que estaba lesionado y que teníamos que machacar al rival.”
Y es que todos sabemos del instinto depredador y asesino que tenían aquellos Bad Boys, olían la sangre como un tiburón, a kilómetros, precisamente Laimbeer (que bien podía ser  un tiburón blanco) antes de comenzar el último cuarto dijo:
  • “Quiero ganar antes de que los Lakers puedan recuperarse.”
Y es que los tres mosqueteros de los Pistons (Zeke, El asesino silencioso y el microondas) fueron demasiado para los Ángeles Lakers, en los que tras llegar invictos a la final, sabía que necesitaban de todo su arsenal para poder hacer frente aquel equipo que Chuck Daly había diseño para enfrentarse a Bird, Magic o Jordan entre otros (Qué genio Daly). Justo antes del primer partido como hemos comentado antes Byron Scott sufrió un desgarre muscular, en ese momento, en los Lakers sabían que tenían media final perdida, ya que por mucho Magic que fuera, no podía hacer frente a los tres mosqueteros mencionados anteriormente de los que disponían los Pistons.

En el primer combate de aquella final, Isiah consiguió 24 puntos y 9 asistencias, Dumars 24 puntos y 7 asistencias y Vinnie Johnson 19 puntos en 21 minutos (haciendo fama a su apodo de microondas). Magic no pudo hacer frente ante aquellos guerreros por mucha magia de la que dispusiera.

En el segundo encuentro, los mosqueteros volvieron al ataque, Dumars 33 puntos, Thomas 21 y Vinnie 18 puntos. En el tercero partido entre los tres volvieron a sumar la friolera de 74  puntos de los 114 conseguidos por los Bad Boys.

Uno de los hombres clave de la final fue Rick Mahorn, el ala-pivot de los Pistons de 2,09m sin estar muy afortunado, dio una tranquilidad y experiencia defensiva clave.

En la pasada final James Worthy había sido nombrado MVP de las finales, (precisamente contra los Pistons también) pero en aquella ocasión el alero que culminaba la magia de Magic Johnson, capaz de ser un killer y destrozar al equipo contrario a base de canastas, esto Chuck Daly lo sabía y fue sometido a un gran marcaje por parte de los Pistons, además de que el rendimiento de este sin Magic bajó sensiblemente, a pesar de ser el máximo anotar de su equipo en los cuatro partidos disputados en la final.

El momento clave se produjo en el segundo encuentro, a falta de 8 segundos para el final del partido el marcador estaba apretado 106-104 a favor de los Pistons, cuando Dennis Rodman realizó una falta personal sobre Worthy. Con toda la responsabilidad sobre sus hombros, Worhty fue a la línea de tiros libres, pero falló el primero, la presión pudo con él, y los Bad Boys acabaron ganando el partido por 108-105 y cogieron una ventaja de 2-0, antes de trasladarse la serie a Los Ángeles.

Aún así Worthy materializó 39 canastas a lo largo de los cuatro encuentros, sumando 102 puntos, con 17 rebotes y 14 asistencias a lo largo de la final, pero estuvo bastante solo y notó la ausencia de Magic, aunque precisamente sus mejores actuaciones fueron cuando este no disputó minutos, en los partidos 3 y 4 con 26 y 40 puntos respectivamente.

Kareem Abdul-Jabbar quería ganar su anillo para que su despedida fuera perfecta, al igual que sus compañeros querían ganarlo para que así fuera un gran colofón final a su carrera. En los dos primeros encuentros, Jabbar dio la impresión de ser un exjugador, de no tener fuerzas para igualar a aquellos Bad Boys que le exprimían hasta el último segundo, pero Jabbar era uno de estos jugadores diferentes, y en el tercer encuentro, con su afición detrás apoyándole, dio muestras de lo que un día fue, uno de los mejores centers de la historia, y su juego fue, de otra galaxia. Tanto fue así, que tras finalizar ese tercer partido Bill Laimbeer comentó: 
  • “He intentado para a Jabbar, pero no he podido. Él ha jugado como hacía diez años atrás.”
Laimbeer vs Jabbar
Si miramos las estadísticas, lo corroboran,  24 puntos y 13 rebotes además de un robo de balón y dos asistencias. Pero ese partidazo no fue suficiente para derribar aquel equipo que como hemos dicho eran unos tiburones del basket, tanto en ataque como en defensa. Aún entrando por debajo en el último cuarto, los Bad Boys lograron la victoria porque siempre tuvieron fé en ella. Vinnie Johnson puso “el microondas” a la máxima potencia y Rodman se transformó en un “Gusano” imposible de parar con 19 rebotes a pesar de jugar contra las torres de los Lakers. Dennis antes del partido había declarado:
  • “Mientras pueda caminar, voy a jugar.” (Por sus tremendos dolores de espalda en toda la final, se le veía en multitud de ocasiones tumbado al lado del banquillo mientras le aplicaban hielo y masajes.)
Y es que aquellos Bad Boys se creían capaces de todo, no se ponían límites y siempre disputaba los encuentros hasta el final, hasta la última décima del último segundo de cada encuentro que disputaban. En Los Ángeles tras el 3-0 en contra todavía creían poder ganar la final y Campbell declaró antes del último partido:
  • “Aún podemos volver a escribir la historia, podemos remontar un 3-0 porque somos los Lakers.”
Esas palabras no sirvieron de nada, y Campbell no estaba en lo cierto, lo que significó el último partido del gran Kareem Abdul-Jabbar, leyenda de la NBA.  Cuando quedaban apenas 47 segundos para el final de NBA y ante su público, Pat Riley (entrenador angelino) decidió dar su pequeño homenaje a Jabbar retirándolo del campo para que su público pudieron premiarlo con un gran aplauso. Se veía a un Jabbar serio, triste por el final de “su película” y declaró lo siguiente al final del partido: 
  • “Cuando has estado en esto tanto tiempo como yo he estado y ha hecho lo que yo he hecho, la verdad, no se pueden aceptar victorias morales.”
La era de los Lakers terminó a la par de la de Kareem, el showtime time fue vapuleado por aquellos incansables trabajadores obreros.

Joe Dumars “el asesino silencioso” fue nombrado MVP de esa final. El título se lo acabó llevando curiosamente el jugador menos “Bad Boy” de aquel equipo. Joe Dumars no parecía ser consciente de su estado de forma:
  • “Sentía que cada tiro se iba a salir del aro, pero al final la mayoría de los lanzamientos acabaron entrando.”
Sus compañeros si parecieron percatarse de su estado de forma, John Salley (apodado la araña) declaraba:
  • “Lo único que intentábamos era hacer llegar la pelota a Joe. No nos importaba que tuviera a ocho tíos sobre él y que los árbitros estuvieran dispuestos a sancionarle, sabíamos que pasarle la pelota era lo mejor que podíamos hacer.”
Vinnie Johnson el microondas también se percató y dijo:
  • “Cada vez que el equipo intentaba una jugada de ataque, Joe realizaba un tiro increíble. Lo veía dese el banquillo y pensaba que se lo estaba pasando bomba en la cancha. En ese momento le decía a Chuck Daly: <Déjame salir. Fue increíble>.”
Pero los rivales también se percataron, y no solo de su capacidad ofensiva, Rivers dijo:
  • El tapón que me hizo Dumars en el tercer partido, a falta de un segundo fue sencillamente la jugada de un atleta. No pensé que estuviera los suficientemente cerca como para ponerme un gorro tan colosal.”
Al final y después de todo Joe Dumars comentaba:

  • “Nunca pensé que un día yo pudiera ser el punto de ira de nuestro ataque, aunque en el fondo soñaba con ese día y algo en mi interior me decía que ese día podía llegar. A todo el mundo le gusta anotar.”

Joe Dumars acabó la final con un 55.8% en tiros en campo. Falló los dos triples que intentó.
  •  “No soy el mejor. Pero hoy soy el hombre más feliz del mundo.”
 Declaró Dumars antes de empezar a repasar su infancia, el asesino silencioso más famoso de la NBA era de un pueblo pequeño de Lousiana y provenía de una familia numerosa ( cinco chicos más y una chica). En su pueblo se practicaba más el football, deporte que debido a la corpulencia familiar era el idóneo para despuntar.Todos sus hermanos se dedicaban al football, pero él, un buen día <gracias a un tablero de madera y a una rueda de bicicleta> descubrió un nuevo deporte.
  • “En realidad yo era mucho mejor jugando al football, pero el baloncesto era como un reto y, además. Disfrutaba mucho porque podía jugar solo lanzando la pelota a mi improvisada canasta.”
Joe Dumars con su MVP

Aquel futuro asesino silencioso, pasaba horas y horas al sol, con su canasta “especial”, la cual pudo ver como crecía Joe día a día, realizando quiebros a rivales imaginarios y lanzando desde muy lejos. Tanto mejoró Joe, que empezó a jugar en el instituto con sus amigos de la de Northwestern State Universty. Después mientras los universitarios iban a tomarse una cerveza o una Coca Cola, él montaba en su bicicleta y se iba a su casa a estudiar, porque Joe era un muy buen estudiante.
  • “De pequeño la biblioteca era mi escondite secreto. Allí no tenía que ser duro y podía estar conmigo mismo . Me gustaba leer biografías de grandes personajes como Geroge Washington o Kenedy. Quien me iba a decir a mí que un día me nombrarían jugador más valioso de la final de los Playoffs.  Aunque tengo claro que ese título debo compartirlo con todo el equipo.”
Y ese día con el que soñaba Dumars, llegó, tras desafiar la tradición de su familia y gracias a su padre Joseph Dumars, un gran hombre de carácter fuerte que supo motivar adecuadamente a su hijo. Joe siempre adoró a su padre (siendo camionero) y hacer pullas para acompañarlo a algún viaje en su camión.
  • “En cierta ocasión falté a clase diciendo que era el cumpleaños de Mary Poppins, pero como eso no estaba contabilizado como día de fiesta nacional mis padres fingieron enfadarse, aunque en realidad sabían que yo lo hacía para poder estar con mi padre y por eso lo comprendían.”
Tal era su devoción por su padre, que Joe soñaba con conducir un gran camión, incluso acompañó en algún verano a su padre. Pero la desgracia llego a la familia Dumars, una diabetes hizo que su padre perdiera primero la pierna izquierda y después la pierna derecha, sin embargo eso no cambió el fuerte carácter de Joseph Dumars, que cogió el teléfono y sin temblarle el pulso llamó a Joe, el cual cuenta el momento así:
  • Descolgué el teléfono y escuché la inequívoca voz de mi padre que me decía: <Oye Joe ese trabajo que tienes parece un buen asunto.> Después me animó para que aprovechara la oportunidad que tenía y gracias a ello me machaqué más en los entrenamientos. El trabajo al que me refería mi padre era el baloncesto y gracias a él, hoy he podido recibir este premio.”
Joe Dumars estaba feliz por su anillo, y su MVP, pero al final del partido comento que echaba de menos a su amigo anteriormente traspasado Adrián Dantley:
  • “Él era mi mejor amigo de la plantilla y siempre hablábamos de lo que haríamos en el día que fuéramos campeones.  Pero el cambió de equipo esta temporada y hoy yo soy el campeón y él no. De todas maneras sé que Adrian se alegra mucho por mí."
El center de los Pistons, aquel tiburón blanco de 31 años, declaro lo siguiente al finalizar el cuarto partido y ganar el anillo:
  • “El año pasado lloramos de impotencia, pero en esta ocasión todo ha sido distinto.” Dijo Laimbeer.
Dennis Rodman e Isiah Thomas

Sin embargo Dennis Rodman lloró de alegría después de jugar con la espalda destrozada. A pesar de jugar mermado “El gusano” fue una de las claves de los Bad Boys capturando infinidad de rebotes y mientras estaba en la cancha no pensó en las consecuencias de su esfuerzo, mientras sus compañeros se divertían él se consolaba con una bolsa de hielo en la espalda.

Y hasta aquí el pequeño homenaje al asesino silencioso como "regalo" del primer cumpleaños del blog para todos, espero que guste y gracias a todos los que me han ayudado durante todo este tiempo.

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